Home Facebook twitter tumblr networks follow |
Ulises II posted at 8:55 p.m. Y Ulises, ¿Recuerdas cuando bajaste del Reina Elizabeth la última vez? Cuando apareciste con la mochila al hombro y la maleta en las manos; lleno de sueños y nuevos conocimientos. Y esta vez no fui yo la que se lanzó a tus brazos; si no, tu, quien rodeaste mi cintura con tus manos, tu, quien buscaste mi boca, tu quien besó mi cuello. Y yo caí. Como una ilusa: caí ante los versos de Rimbaud que me susurraste, con ese nuevo francés que aprendiste. Caí ante tus manos ahora tibias, caí ante tu sonrisa tan sincera, ante tu mirada siempre penetrante, pero a la vez tan cansada. Caí ante tus historias de los viajes hechos, los idiomas que no entendiste y todo lo que descubriste. Caí ante la sola oportunidad de tocar tu suave pecho otra vez; ante la oportunidad de besar la punta de tu nariz tan perfecta. Y ya tumbados en la cama deshecha, abriste tu maleta de cuero y al fin me develaste el misterio de su contenido; olores de tierras desconocidas, nuevos sabores y colores. Traías frascos llenos de arenas de distintos colores; piedras de distintos tamaños y formas, y jugábamos a buscarle una, así como cuando uno es chico y juega a buscar formas inexistentes en las nubes nosotros buscamos formas en la piedrecillas. -Quise traerte una nube-dijiste-una solo para ti, pero por más alto que volé no pude atrapar ninguna que cupiera en la maleta. De veras lo siento. Y te dije que no importaba; que con el solo hecho de tenerte a ti, por mi que existiera un cielo sin nubes. Que buscaríamos formas en las piedras y en la tierra y en las estrellas y en las ondas del agua. Y luego sacaste uno de tus nuevos libros -Leo Tolstoy, en el auténtico ruso si no me equivoco- y de entre sus páginas sacaste hojas; muchas hojas de árboles, todas ya anaranjadas, en tonalidades amarillas y rojas; las hojas más hermosas que he visto. Sacaste flores secas, las flores más perfumadas que haya olido, y adornaste con ellas mi pelo y luego lo acariciaste largo rato. -No creas que las he sacado del árbol; no sería justo. He esperado por días que se cayeran solas y que nadie fuera a recojerlas antes que yo. Y entonces me dormí; cerré los ojos mientras tu hablabas, y me contabas historias maravillosas de todos los lugares que conociste y todo lo que hiciste. Y te pedí que por favor no te detuvieras, que quería dormir con el recuerdo de tu voz; porque ambos sabíamos que cuando despertara temprano por la mañana tu ya no estarías. Y no me equivoqué. Habías arrancado una hoja de tu libro, y sobre ese ruso tan complicado habías escrito "Te veías hermosa y sé que cuando vuelva lo estarás aun más. Y así será siempre. Te amo, Ulises" Solo me dije "Que ingenua que fui". Eres terrible, Ulises. -------------------------------------------------------------------------------------------- Para entender esta entrada de mejor manera; puede conocer a Ulises pinchando aquí. Etiquetas: Ulises |
About
Your profile here.
Tagboard
Tagboard here, max width 180px.
Misc
Twitter / Formspring / others ?
|