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22 de diciembre de 2011

Condiciones Favorables posted at 5:21 p.m.

César tomó el lápiz y extendió la hoja de papel sobre la mesa. Dio un respiro y antes de comenzar, se tomo el pelo en una coleta.

-"Querido Santa Clauss"- suspiró y se dijo, que con diecisiete años, estaba ya bastante grande para estar escribiendo cartitas.

-Esto es una locura-murmuró.

-"Querido Santa Clauss; has de saber que aunque este año ha sido una real mierda, me he portado bien. Terminé la escuela y ya estoy una buena universidad, y aunque la carrera que he decidido es muy convencional, estoy decidido llegar hasta el fin. Este año ha sido como una gran bola de nieve para mi, pasando por leves angustias hasta las más grandes penas. Este 2011 ha muerto quien fuese mi mejor amigo de toda la vida, Lucas. Ha tenido un accidente en coche por conducir ebrio y ha chocado en medio de la noche. Cuando lo vi dentro del cajón de madera del que tanto solíamos burlarnos me he dado cuenta que era tan joven. Que somos tan jóvenes para dejar que la vida se nos vaya. Y le hice una promesa: le prometí dejar las drogas, y también el alcohol. Y desde entonces me he mantenido sobrio. Lo hice por él y por mi, porque no voy a dejar que la vida se me escape. Vaya que lo extraño; aun creo escuchar el sonido de su contrabajo mientras ensayo, pero luego me doy cuenta que soy solo yo, y que ya estoy llorando otra vez. También creo que me he convertido un poco al catolicismo, pues desde que se fue, no he dejado de pedir por él; porque disfrute de un lugar mejor, donde las drogas sean ilegales y donde no esté la loca de su madre, irritándolo siempre. También suplico por un poco de lo mismo aquí en la Tierra, pero no sé si resulte.

Decidí enorgullecer por fin a mis padres y subí las calificaciones del instituto -aun odio las matemáticas-; me costó horas de sueño y de ensayos y aunque pude haber entrado a una excelente carrera, decidí estudiar música. Y a mis padres no les molestó, porque luché por ello y me lo he ganado. Ya no me involucro en la peleas de pasillo, en parte porque ahora que Lucas no está no tengo a quien defender y ya no tengo quien me defienda. He pasado menos tiempo en castigos después de clases y eso me ha dado mucho tiempo para practicar y estudiar. Ah, y para leer. Me puse a leer todos los libros que no leí en mi vida, y me he topado con que me gusta bastante Julio Cortázar. Me sorprende que nunca halla leído un libro por mi cuenta; creo que por eso mi mundo era tan pequeño.

Considero que las condiciones son favorables para pedirte un buen regalo esta navidad. Sé que mis padres quieren regalarme otro clarinete; pero a ti he de pedirte otra cosa: Paz. Necesito alguien que me de paz. Alguien que me abrace cuando tengo frío; que me acompañe cuando tenga miedo y que me escuche cuando me estoy ahogando con las palabras que nunca he dicho. Alguien con quien el silencio deje de ser incómodo, y con quien los días dejen de ser grises. Alguien por quien valga la pena llorar y vivir. (También te pido un poco de nieve; porque en Santiago no nieva y no conozco esos blancos copitos de los que siempre se habla).

PD: A mi me da igual si es hombre o mujer; el amor es amor.

PD2: Tampoco si es alto, alta, flaco, pequeña, morena o rubio. No soy prejuicioso.

PD3: Si mi carta no te ha convencido, también te he hecho un dibujito.

Saludos a Rudolf allá en el Polo Norte, César.

Etiquetas: Basura Literaria