Su pelo largo y liso se desparramaba sobre la manta de cuadros. Sus brazos se alzaban sobre su cabeza y ella se empeñaba en hablar en tan solo susurros. Por eso me acerqué; casi rosando nuestros rostros, y Piledriver Waltz de los Arctic Monkeys se dejaba escuchar por los audífonos que colgaban de mi cuello; como la banda sonora de aquel momento tan sublime.
-Me tapas el sol, Elliot-movió apenas sus labios y se puso un audífono.
-¿Qué dices?
-El sol-se quejó- es bomba nuclear-sonrió ahora; y yo reí con ella.
-Bomba Nuclear- Repetí.
-¿Qué es lo que te causa tanta gracia?-inquirió, dejando sus risas suspendidas.
-Antes me preguntaste cuanto te quería. Del 1 al 10.
-¿Y? ¿5, 10, 14?-susurró impaciente
-Pues que del 1 al 10 yo te quiero bomba nuclear-me tomó por la nuca y me empujó hasta sus labios, con locura y vehemencia- Que tu eres mi Bomba Nuclear, Hannah.

Etiquetas: Basura Literaria

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